- Reducción del dorso
- Modelado de la punta
- Armonización del rostro
La nariz es ese apéndice que situado en la parte central de la cara, le confiere a esta carácter y personalidad.
Su visión de frente, oblicuo y perfil, puede aparecer con determinadas características que no resulten agradables o armónicas, o lo que es peor, que suponga un auténtico problema para la propia imagen corporal de la persona.
La Cirugía Estética de la nariz, llamada rinoplastia, pretende devolver a este apéndice una armonía en relación con el resto de la cara intentando corregir la asimetría (narices torcidas), el dorso aumentado (giba), la longitud de la nariz, la forma y posición de la punta, etc. sin olvidar que la nariz efectúa un importante primer paso en la inspiración del aire, al calentarlo y filtrarlo para que llegue en las mejores condiciones a los pulmones.
Es por todo ello, que cuando nos planteamos una rinoplastia, la estética y la función siempre deben estar unidas y ser estudiadas dentro de la globalidad de la cara a la que pertenece.
Es una intervención que efectuamos bajo anestesia general, en el Hospital y requiere 1 día de ingreso y al alta hospitalaria el paciente lleva una férula en el dorso nasal (yeso) y un taponamiento en los agujeros de la nariz. El taponamiento se retira entre el 2º y 4º día, y la férula a la semana.
Es en este momento cuando el paciente ya puede efectuar una vida de relación sin nada que le delate la cirugía salvo algún resto de hematoma que se puede ocultar con maquillaje.
El resultado final es valorable al cabo de meses, cuando ha cedido la inflamación residual. La naturalidad y la satisfacción del paciente es evidente desde los 7 días.
Casos reales
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