Los lóbulos de las orejas son una parte del cuerpo que puede sufrir daños debido al uso continuado de pendientes pesados, accidentes o incluso prácticas de modificación corporal como los dilatadores. Cuando se produce un desgarro o alargamiento del lóbulo, muchas personas buscan soluciones para restaurar la estética y funcionalidad de esta área. La reparación de lóbulos rasgados o lobuloplastia es el procedimiento quirúrgico que ofrece una solución definitiva, permitiendo no solo reparar el daño sino también mejorar su aspecto.
La lobuloplastia se realiza bajo anestesia local y dura aproximadamente entre 30 y 40 minutos por lóbulo. No requiere hospitalización y los pacientes pueden retomar su vida normal inmediatamente después del procedimiento, aunque se recomienda evitar el ejercicio intenso y los baños en piscinas y mar hasta que el médico lo indique.
La reparación de lóbulos rasgados generalmente se realiza bajo anestesia local en una consulta médica. El proceso implica la eliminación de la piel dañada y la sutura de los bordes frescos para promover una cicatrización adecuada. Este procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos y no requiere hospitalización.
La lobuloplastia no solo restaura la funcionalidad y estética de los lóbulos de las orejas, sino que también devuelve la confianza a quienes han sufrido con esta condición. Con resultados duraderos y un impacto positivo en la calidad de vida, esta cirugía se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan una solución permanente a los lóbulos rasgados.
Después de la cirugía, los pacientes pueden esperar volver a sus actividades diarias casi de inmediato, ya que el postoperatorio no es complicado ni doloroso. Las suturas se retiran generalmente entre 10 y 12 días después de la operación. En aproximadamente un mes, es posible realizar un nuevo orificio para pendientes, preferiblemente en una posición diferente para evitar futuros desgarros.
Es crucial seguir las instrucciones del cirujano para el cuidado postoperatorio, que incluyen mantener la zona limpia y seca, y evitar el uso de pendientes hasta que se haya completado la cicatrización. Además, se recomienda no realizar el nuevo agujero en el mismo lugar del desgarro anterior para prevenir recurrencias.
Los resultados de la reparación de lóbulos rasgados suelen ser permanentes, y la cicatriz resultante generalmente es discreta. Los pacientes pueden volverse a colocar pendientes y disfrutar de una apariencia estética mejorada de sus orejas. El precio de esta intervención suele estar entre los 500 y los 1000 euros dependiendo de múltiples factores, entre ellos si se trata de una o las dos orejas, la experiencia del cirujano, y otros.
La reparación de lóbulos rasgados no solo mejora la apariencia estética de las orejas, sino que también restaura la confianza y comodidad de los pacientes. Si estás considerando este procedimiento, es vital consultar con un cirujano plástico cualificado que pueda evaluar tu caso específico y ofrecerte la mejor solución.
